Jackson iba tranquilamente en su porsche, dirigiéndose al
colegio, escuchando un programa de noticias, ya que quería saber si el
concierto que había estado tanto tiempo esperando iba a llegar a Beacon Hills.
― Y hoy, el BHHS regresa a clases después de un descanso de
casi tres meses y medio, Lilly. ― Decía la voz masculina que salía del
reproductor.
― Bueno, Boris. Yo me cambiaría de escuela si sucedieran
tantas cosas, así. Mira que tener una profesora psicótica… ―
― Lilly, eso no… ―
―Oh, no me importa que me censuren. Deberían de revisar los
antecedentes de esos maestros, por lo menos no era así cuando nosotros
estudiábamos allí ― Lilly seguía hablando antes de que Boris la interrumpiera.
― Lo peor de todo, es que una cañería se ha roto a menos de
un kilómetro del BHHS, así que se recomienda que se usen vías alternas para
llegar allí… ―
― ¡¿Lo ves, Boris?! Los caños están rompiéndose y el alcalde
está gastando el dinero en estupideces… ―
― Perdedores ― Soltó Jackson mientras cambiaba la estación,
donde empezaba a sonar una canción de Coldplay. La dejó y llegó a un semáforo.
Miró a su izquierda, sólo para ver que el perdedor de McCall estaba allí, ¿Cómo
era posible que él fuera un alfa y Jackson no? No podía entenderlo. Pero al
menos, Jackson tenía un porsche, y lo hizo sonar. Amaba el rugido de ese motor.
Scott volteó enojado. Gruñó mirando al presumido de Jackson,
y a su estúpido auto de niño rico. Podía oler el desafío de Jackson en el aire.
Pero él era un alfa, no lo permitiría. Antes de que lo pensara, su cuerpo
reaccionó rápidamente, y todos los músculos de sus brazos y espalda se
estiraron, apretó las asas de su motocicleta, en la que había estado trabajando
todo el verano, e hizo sonar su motor también, mientras gruñía de nuevo. Los
colmillos salieron sin que se diera cuenta.
Jackson aceleró de nuevo, y entonces, sin esperar a que el
semáforo cambiara, Scott aceleró y pensó en tomar un atajo que sólo con
motocicleta se podía tomar.
― ¡McCall! ―gritó Jackson enojado y entonces, sin importar
la luz roja que aún no se quitaba, se pasó el alto, sin poder seguirlo, claro.
Scott pasó un par de calles pasándose los semáforos y metiéndose
entre los carros, que tocaron sus cláxones furiosos, o que le mostraban una
señal obscena. A él, todo esto le parecía divertido, y simplemente aceleraba
más.
Cuando sólo le faltaban un par de cuadras para llegar al
BHHS encontró unos conos naranjas y un letrero que decía sólo peatones por la
banqueta, entró sin dudarlo, ya que tenía que ganarle a Jackson.
Después entendió porque estaba el letrero de no pasar, la
calle estaba completamente inundada, pero siguió adelante, porque, bueno eso no
le afectaría a su motocicleta, y buscaría la manera de no mojarse. Además, no
es que estuviera pensando mucho, inclusive su vista estaba algo nublada y roja.
La ira y el sentido de competencia lo estaban controlando. Cuando faltaba un
poco, creyó escuchar un grito a su derecha, pero no le dio importancia y siguió
acelerando, mientras su motocicleta lanzaba el agua a todas direcciones.
Gracias a Dios había instalado esas salpicaderas en las vacaciones.
Entró al estacionamiento, sintiéndose mejor que nunca. Se
bajó de su motocicleta, y se puso a observar el estacionamiento. Jackson aún no
había llegado, y eso lo llenó de euforia.
Escuchó el jeep de Stiles llegar, e iba a decirle lo bueno que había
sido su camino de venida, cuando notó que tenía las garras afuera, entonces
pasó la lengua por sus dientes, se dio
cuenta que estaban en colmillos. Miró su reflejo en el retrovisor de la
motocicleta, y tenía los ojos rojos.
En eso escuchó varias cosas
acercándose, una motocicleta a la izquierda, que siguió de largo. Dos
motocicletas que se detenían unos metros atrás, supuso que eran los gemelos., Y
algo como patines yendo de la derecha, directamente hacia él.
― ¿¡Acaso eres ciego, analfabeta o sólo idiota!? ―preguntó
una voz de mujer grave detrás de él, gritando, y Scott comenzó a enojarse. ―
¡El letrero decía sólo peatones imbécil!
Scott intentó reconocer la voz, pero no pudo hacerlo. Las
personas que habían llegado en dos motocicletas eran efectivamente los gemelos,
pero se habían detenido en ver a la primera que había llegado. Una chica con
pantalones negros entubados y ajustados, una chaqueta de cuero que se veía un
poco desgastada bajando de una motocicleta negra la cual no podían creer estar
viendo. La chica se quitó el casco y agitó su caballo a lo Lucy Lu. Tenía el
cabello negro y a la altura de los hombros, echado en todas direcciones. Tenía
un par de tranzas hechas con listones, y otra en la que terminaba una pluma. Un
delineado que hacía que sus ojos negros se vieran aún más grandes, y facciones
muy atractivas.
― ¿Es lo que creo que es? ― Dijo Ethan ― ¿Una confederate r135
wraith combat?
― Sólo hay siete en el mundo ― respondió Aiden, que no sabía
si mirar a la moto, o a la chica.
Simplemente se quedaron allí mientras la chica estacionaba
su motocicleta. Un auto más se estacionó en el lugar que ocupaba Jackson,
mientras Scott se bajó la visera del casco, intentando calmarse pero sin
conseguirlo, claro que no sirviera que alguien estuviera gritándole imbécil.
― ¿También eres sordo? ― Preguntó la chica que seguía detrás
de él, mientras un olor hediondo penetraba en la nariz de Scott. ― ¡Mira como
me dejaste!
― Eh, tranquila ― dijo la voz que Scott reconoció como la de
Stiles. ― Mi amigo se siente un poco mal.
― ¿Mal?, ¿Cómo me debo sentir yo entrando a mi primer día
así? ― Bueno, no te ves tan mal, dijo Stiles intentando no taparse la nariz.
― ¡Por lo menos da la cara!
― exigió la chica dando una patada en el suelo, con lo que Scott pensó
eran patines. Y Scott no pudo soportar más la furia, así que inconscientemente
le dio una patada a su motocicleta, que estaba al final de la fila de
motocicletas, y golpeó a la siguiente, comenzando a hacer un efecto dominó. La
chica de la confederate se dio cuenta, pero estaba acomodando su morral, así
que no llegó a tiempo para evitar que una Italika, golpeara su moto, y esta
cayera al suelo ya que no había otra al lado de ella.
Como era de esperarse, la chica caminó a zancadas para
reclamarle a Scott, furiosa.
― Tienes que
concentrarte Scott ― Le susurró Stiles al chico antes de que una nueva ola de
gritos viniera, y él se transformara allí mismo.
Por suerte, en ese momento Allison salió de la puerta de la
escuela (porque había llegado temprano), y preguntó confundida: ― ¿Scott?
El oír la voz de la chica, hizo que pudiera tranquilizarse
de inmediato, y entonces, se quitó el casco y se volteó para ver a una chica
rubia completamente empapada, su ropa que debía ser de un color gris estaba
teñida de café. Y su cara también estaba manchada.
Lo malo, es que el coach también había salido para ver qué
causaba tanto ruido, y las dos chicas seguían gritándole.
― ¡McCall, Stilinski, tú, tú, y tú! ― Dijo el entrenador
señalándolos a ellos, a las dos chicas que estaban gritando, y a una chica que
estaba a unos metros de ellos, observándolos desde afuera de un Audi, con una
mirada divertida. ― ¡A detención hoy, en la hora libre! ¡También ustedes!
― Les gritó a los gemelos, que estaban
felices por no haber estacionado su moto aún y miraban sin expresión a Scott,
el que querían que fuera su alfa.
― ¡Yo sólo estaba mirando! ― Reclamó la chica al lado del
Audi, que tenía el cabello negro corto arriba de la oreja, y una trenza muy
delgada y muy larga. Que vestía unos jeans y una playera verde que tenía un
signo de interrogación en un verde más brillante.
Pero el coach hizo caso omiso de ella y sólo gritó: ―
¡McCall, Stilinski, levanten esas motos! ― Los chicos a regañadientes
comenzaron a levantarlas, Scott con más facilidad que Stiles, cuya cara se puso
roja por el esfuerzo.― ¿Ustedes tres son nuevas, cierto? Dijo el coach, mirando
a la lista que tenía en su tabla. Tres de cuatro chicas. Ésta no es la mejor
manera para comenzar, señoritas…Lee, Sherman
y Cai….Calle…Caile… ―
― Cailleach ― Le indicó la chica de la chamarra de cuero,
molesta.
― Bueno, Cailleach. Creo que todas tienen la misma clase,
entonces vayan al salón… ¡Oh, no lo soporto más!, ¿Qué es ese olor?, ¿Está
Greenberg por aquí?
― Soy yo profesor ―
Dijo Rebeca Lee avergonzada de estar toda cubierta de las aguas negras.
― ¡¿Pero qué te pasó, chica?! ― Dijo él en cuanto la vio.
― McCall ― Dijeron las tres chicas al unísono, lo que le
provocó risa a Agatha Sherman.
― ¿Puedo irme a casa? ― Preguntó Rebeca
― ¿No estás enferma, o sí? Aunque deberías estarlo…con ese
olor… ―
― Tengo mi ropa deportiva ― dijo Agatha ― Puedo prestársela.
― Bueno, vayan a los vestidores, y, y,…usa jabón o algo. ―
Dijo incómodo el entrenador, y después le dijo a Cailleach que entrara a su
clase, que las otras chicas la alcanzarían, y les recordó que no olvidaran,
detención en la biblioteca en la tercera hora, la cual tenían libre. Después se
alejó y comenzó a hacer que todos entraran, ya que el timbre estaba
descompuesto.
― Gracias por la ropa ― dijo Rebeca mientras cruzaban las
puertas de la escuela ― Soy Rebeca.
― Agatha ― contestó Agatha extendiéndole la mano mientras
caminaban― Pero dime Sherman. Odio mi nombre de abuela.
― Bueno ― Dijo la otra mirando a todos lados ― ¿A dónde
estará el vestidor de chicas?
― Si yo fuera contratista ― Dijo Agatha tomando a la otra
chica de la mano y guiándola por los pasillos ― Lo pondría aquí. ― Empujó unas
puertas dobles, y terminaron efectivamente, en el vestidor.
Rebeca comenzó a mirar todo con desconfianza. Después volteó
a ver a Sherman, se puso roja, y entonces se acercó a una banca, y puso su
bolso allí.
― ¿No habías estado en uno nunca? ― Preguntó extrañada
Agatha.
― No ― Dijo Rebeca incómoda desabrochándose el saco.
― Es como cualquier baño, sale agua por ahí, ya sabes, y se
va por la coladera. ― Le dijo Agatha mientras caminaba por el cuarto. ―
Neoyorkina, ¿cierto? ― Preguntó mientras veía a la chica quitarse sus botas
negras.
― Sí, ¿Cómo…?
― Deducción. Te vistes como una, aunque es raro que no
tengas su acento.
― Bueno, es que mi padre y yo hemos ido por todos lados.
― Una viajera ― Asintió Sherman.
― Había hecho mi escuela
hasta ahora por mí misma, ya sabes por correo. Soy autodidacta.
― ¡Eres una Cady Heron! ― Gritó contenta Agatha. ― Bueno,
neoyorkina en vez de africana, pero igual…
― ¿Cady?
― ¿Chicas pesadas? ¿La mejor película adolescente en la
historia? Me gusta pensar que soy como Janice…aunque una vez hice un test y
salí como Karen, lo que es raro porque… ―
― No la he visto ― Dijo Rebeca aliviada al ver que Agatha se
sentaba de espaldas a la regadera, y había dejado la bolsa con un pants morado
y unas deportivas negras.
Rebeca se talló muy bien con el jabón que llevaba en una
jabonera para lavarse las manos, ya que no sabía si en los baños de las
escuelas tenían jabón para lavarse las manos. Mientras, Agatha le explicaba la
dinámica de la película, después de aclararle que no le daría spoilers.
― No te preocupes, yo seré tu maestro Jedi en la escuela,
joven Padawan.
― ¡Sabía que te gustaba Star Wars! ― Soltó emocionada Rebeca
mientras se ponía el pants y la playera
que decía “Boom!” en una onomatopeya grande.
― ¿A ti también? ― Preguntó Agatha emocionada
― Sí ― respondió la chica cepillándose el cabello.
― Me gustas, Lee ― Dijo Agatha contenta, asumiendo que ya
podía voltear. ― Déjame trenzarte.
― Tú me gustas también, Sherman ― Dijo Rebeca dejándose
peinar.
― Faltemos al primer periodo. ― Yo ya sé demasiado de
Historia Universal, y seguro tú ya estudiaste.
― Bueno ― Accedió Rebeca, contenta de haber hecho una amiga,
y relajando los hombros. La media hora restante, ya que había pasado media, se
pusieron a hablar de donde venía Agatha: Chicago, la ciudad de los vientos. De
que ambas habían visto el musical, de que los bomberos estaban buenos ahí, y
que la familia de la madre de Agatha era la fundadora de ese pueblo. Y de lo
aburrido y de flojera que sonaba eso.
Cuando llegaron al salón de algebra avanzada, Emily les hizo
señas desde la parte de atrás del salón y fueron a alcanzarla. Sherman se sentó
al lado de Emily y Rebeca al lado de Emily.
― Historia Universal fue una pasada ― dijo Emily sacando su
libreta, y el salón comenzó a llenarse. Ethan les lanzó una mirada molesta, ya
que él quería sentarse hasta atrás, pero se sentó delante de ellas. Lydia ocupó
la segunda fila, al lado de Allison, que tenía unas ojeras y Lydia estaba
convenciéndola para ir de compras.
― ¡Vamos, Allison, no puedo dejar que mi mejor amiga se
vista así!
― Aún no he acomodado mi habitación. ― Dijo Allison, que se
sentía incómoda de que quisiera cambiarle el guardarropa, además no había agua
en la casa nueva aún, se suponía que el técnico ya estaría arreglando eso en
ese momento. Se aferró a esa esperanza, porque no se había bañado desde que
hubiera abandonado el apartamento el sábado, y ya no tenía toallitas húmedas. Y
claro, la situación de que no podía dormir la mayoría del tiempo, y cuando lo
hacía soñaba con su tía muerta.
― ¿Y eso qué? Podemos
acomodarlo después juntas.
― ¿Qué te parece el fin de semana? ― Preguntó Allison con la
esperanza de zafarse.
― Sólo si vamos al salón de belleza también.
― Está bien, Lydia. ― Contestó Allison resignada, y Lydia
sonrió satisfecha, y puso la fecha del día en su cuaderno, junto con unos
corazones.
― Jackson me dijo que vendría hoy al colegio, pero no ha
llegado. ― Comentó como si hablara del clima.
― Seguramente se tomó el día libre, ya lo conoces. ― Dijo
Allison para tranquilizar a su amiga, y en ese momento entraron Scott y Stiles,
que se sentaron atrás de ellas, seguidos del profesor de Álgebra.
― Tienes que tratar de contenerte Scott, tenías los ojos
rojos hace un rato, y parecía que querías comerte a la chica. ― Susurró Stiles,
y entonces volteó a ver hacia atrás para ver a las chicas nuevas. Y captó a
Dany viéndolos y negando con la cabeza, al igual que una chica asiática que no
había visto.
― Ya lo sé, pero no puedo controlarlo ― Contestó Scott un
poco más fuerte de lo normal.
―Pues tendrá que contenerse de hablar por una hora, ¿Podrá
McCall? ― Preguntó el profesor de Álgebra, que ya estaba en el pizarrón. ― ¿Por
qué aún no saca su cuaderno?
Scott sacó su cuaderno a regañadientes de la mochila, y casi
lo azotó contra el pupitre. El profesor rodó los ojos y entonces se puso a
escribir los temas que cubrirían en el semestre.
― Si quería hablar se hubiera ido más atrás ― Dijo Emily
mientras garabateaba un dibujo en el cuaderno.
― Obviamente ― Dijo Agatha, que también dibujaba. ― ¿De
dónde eres, Emily?
― D.C. ― Contestó rápidamente Emily.
― Oh, me pareció que sonabas un poco…diferente ― Dijo Agatha
mientras le ponía bigotes al gato que hacía ― ¿Louisiana?
― Tienes un buen oído ― sonrió Emily, de ahí soy
originalmente, por lo menos hasta que papá consiguió un trabajo en el gobierno.
― Ya, ¿Y qué hace en un pueblo aburrido como éste alguien
del gobierno? ― Preguntó Rebeca que ya había copiado todos los temas del
pizarrón.
― Si te lo dijera tendría que matarte ― Sonrió Emily y
entonces, Rebeca rió por lo bajo, pero Agatha hizo una mueca extrañada, que
después cambió por una sonrisa.
― Yo vengo de NY, y Sherman de Chicago. ― comentó Rebeca
mientras el profesor borraba el pizarrón y escribía el título del primer tema.
― Interesante, ¿ustedes por qué vienen aquí?
― Papá es periodista y quiere cubrir una historia ― Rebeca
se encogió de hombros.
― Mi tía y mi mamá crecieron aquí, la tía pensó que sería
buena idea regresar ― Dijo Agatha, mientras dibujaba un segundo gato.
― Veamos, ¿alguien puede resolver esto? ― Preguntó el
profesor mientras ponía una ecuación en el pizarrón. Lydia, que ya no fingía
ser mala en la escuela levantó la mano, y pasó al frente.
― Ya, al menos tiene algo bueno que me hayan empapado hoy,
¿no? ― preguntó Rebeca, después de un tiempo, completamente ajena a lo que
pasaba a su alrededor.
― Señorita… ¿Lee? ― Preguntó el profesor y la chica puso su
pluma abajo.
― ¿Sí?
― Pregunté que si tiene alguna discrepancia con la señorita
Martin.
Rebeca vio el pizarrón por primera vez desde que Lydia se
pusiera a hacer el ejercicio. Se tardó un par de segundos en ver la resolución
e hizo una mueca.
― Bueno, es correcto….parcialmente.
Stiles abrió la boca y volteó a verla, al igual que la mitad
de la clase, y Lydia frunció el ceño molesta. El profesor hizo una cara
extrañada, y levantó el plumón en una mano, ofreciéndoselo.
― Bien, ilústrenos.
Rebeca se levantó y dibujó un plano cartesiano, dónde
comenzó a trazar la función del resultado de Lydia, y después dibujó otra con
un plumón de otro color, explicando acerca del desplazamiento en el tiempo.
Lydia miró el trabajo con una mueca desde su asiento,
Sherman sonrió contenta, Scott estaba demasiado concentrado en no convertirse
en ese momento, ya que no sabía porque lo ponía de tan mal humor ver a la
chica. Stiles estaba sorprendido, pero estaba luchando por no quedarse dormido.
― Vaya, gracias señorita Lee ― Dijo el profesor realizado, y
Rebeca se fue a sentar.
― Creo que no le gustó lo que hiciste ― Dijo Emily y Sherman
soltó una pequeña risita,
― No, no le gustó. ― Si pudiera, estaría gritando en éste
momento.
― ¿Qué no se supone que estamos aquí para aprender? ―
Preguntó extrañada Rebeca por la actitud
de todos.
― No ha estado en una escuela antes ― Explicó Sherman a
Emily, que asintió y le palmeo la espalda.
― Tienes que aprender un par de cosas.
La clase continuó normal, y terminó. Todos tomaron sus cosas
y salieron del salón. Cuando Agatha, Emily y Rebeca salieron del salón, allí
estaba Lydia, y miró mal a Rebeca y comenzó a escanearla con la mirada. Miró
los pants y una sonrisa de burla se extendió en su rostro.
― Vaya, Lee ¿Le pediste su vieja ropa a nuestra amiga Érica?
― Preguntó y las personas que estaban por ahí comenzaron a reír por el chiste.
Ellas tres no entendieron nada, y se quedaron serias, mirándola ― E, intenta
bañarte mejor la próxima vez, apestas. ― Dijo para terminarla, lo que hizo
enojar a Emily.
― Eso es parcialmente correcto, querida ― Dijo Emily
haciendo énfasis en la palabra “parcialmente”
― Rebeca aquí, huele a rosas ― Dijo acercando su nariz al cuello de la
chica, y aspirando fuertemente. ― Lo que huele mal es su mochila, porque un
idiota le tiró agua encima, deberías de conocer los temas a fondo antes de
contestar algo, o atreverte a criticar.
Los ojos de Lydia saltaron, e hizo una mueca más molesta que
la del salón.
― Vamos a la biblioteca, chicas. Ya molestamos demasiado a
la abeja reina. ― dijo Agatha divertida con la situación.
― ¡Diviértanse en detención! ― Gritó Lydia molesta cuando se
fueron caminando y Agatha le hizo un
gesto con la mano.
Llegaron a detención, donde ya estaban los gemelos sentados.
Aiden miró con interés a Emily. Después de ellas, llegaron Scott y Stiles y se
sentaron en la mesa de los gemelos, ya que preferían ir con ellos que con las
chicas.
Stiles se puso a
observarlas, y entonces reparó en Agatha, y sonrió.
― Scott, Scott, ¡Esa chica tiene un peinado de Padawan!
― ¿De qué?, Stiles, no te pongas a insultar a la gente.
― Pero… ― Comenzó pero se detuvo porque el entrenador llegó
y comenzó a regañarlos y a gritarles, diciendo que era el primer de cinco
castigos, y que los demás tendrían que hacerlo después de clase, y que era una
muy mala manera de comenzar el semestre. Y que no toleraría cosas como esa en
adelante, y que cuidaran de no hacer cosas así (especialmente McCall y
Stilinski) porque podían salir del equipo de Lacrosse.
Entonces, Agatha
suspiró, y se levantó de la silla. Caminó hasta el entrenador, que la miraba
confundido, lo miró a los ojos, y dijo:
― Profesor, yo sé que
usted es un profesor muy razonable. Y que sabe que no es algo tan grave, que
somos nuevas en ésta ciudad, y nos va a dejar ir del castigo, porque estamos
muy arrepentidos y apenas es el primer día.
El coach se quedó pensativo y confundido un momento, y
entonces asintió lentamente.
― Apenas es el primer día, los dejaré ir.
Stiles observaba todo con la boca abierta (de nuevo), y
entonces se paró.
― ¡No, espere! ― gritó y todos lo miraron extrañados. ―
¡Ella lo manipuló!
― Stilinski, ¡Nadie me manipuló! Yo los dejaré ir porque las
alumnas son nuevas, y deben tener una buena bienvenida de la ciudad, además
McCall casi arrolla a la chica.
― ¡No es cierto, usted no tiene razones para…! ― Comenzó
pero Aiden lo pateó, y se quejó, callándose.
― Stilinski, salgan de aquí antes de que cambie de opinión y
les de detención por 1 mes.
Las chicas salieron rápidamente del salón, seguidas por
Bobby. Stiles intentó patear al gemelo, pero lo esquivó.
― ¡Scott, ella es una Jedi! Bueno, es obvio que aún no es
una maestra Jedi, pero por lo menos es una padawan por ahora, oh no… ¿Será una
Sith? ― Scott lo miró confundido.
― Insultar a gente en otro idioma sigue estando mal, Stiles.
― ¡No la estoy insultando!, ¿Aún no has visto Star Wars?,
¡Podemos tener a la primera Jedi o Sith en nuestra galaxia, ¿Y tú aún no has visto Star Wars?!
― Stiles, debes de dejar de jugar esos juegos en tu
computadora. ― Dijo Scott ― O quizá necesites dormir.
― Scott, no puedo creer que no hayas visto Star Wars, peor
Stiles, los Jedi provienen de la imaginación de George Lucas, no existen. ― Dijo
Ethan masajeándose las sienes.
― ¿Por qué no van a unir sus anillos a otro lado? ― Dijo
Stiles molesto, y tomó sus cosas, para salir por la puerta, con Scott siguiéndole
los talones. ― Voy a averiguar que hay con ésta chica.
asdagsfagsasdaddsfagfsahgsfdgs *-------------*
ResponderEliminarVale me haces taaaaaaaaaaaaaan feliz!!!!!!!!!!!!!!!! te amoooooooooooo!!!!!
y amo esta historia es toda afsdagsfa y genial!!!!
tengo dos personajes y los dos son geniales y una tiene una moto y la otra es tía de Sherman y afsghgajhsdkajsakdhgsgahjjkdklsd *muere* xD